10 datos para comprar o alquilar en Madrid
¿Qué hay que tener en cuenta para comprar o alquilar una vivienda?
El mercado inmobiliario no deja de crecer en un momento cumbre de recuperación, pero se deben considerar ciertos aspectos a la hora de decidir qué opción es la más favorecedora para cada persona
El mercado de la vivienda está creciendo muy lentamente, se trata de un hecho que las estadísticas demuestran, pues sube la compraventa de viviendas nuevas (5,4% interanual) y la firma de nuevas hipotecas (8%). Sin embargo, la tendencia al alquiler sigue siendo superior a la adquisición de inmuebles, lo que aporta equilibrio y, a la vez, hace dudar a los potenciales compradores entre obtener su propio hogar o optar por un alquiler.
En cuanto al precio de la vivienda, el Banco de España ha advertido que es que la desaceleración de la inversión en vivienda que se viene percibiendo desde el tercer trimestre de 2022 se prolongue en lo que resta de año y en los primeros trimestres de 2023.
Sin embargo, la respuesta a esta pregunta depende de cada caso y de las necesidades concretas del individuo. No obstante, hay algunos factores a tener en cuenta que puede facilitar la decisión. Los expertos manejan la previsión temporal, es decir, aseguran que el alquiler es una buena elección a corto y medio plazo, pues no requiere inversión previa. Pero, si se habla de un largo plazo, recomiendan la compra, pues la estancia prolongada permite amortizar ese gasto inicial.
Pensar en que decisión es la más efectiva para nosotros
Es una decisión en la que también se deben tener en cuenta otros aspectos que se están produciendo de forma excepcional en el periodo actual, tal y como destacan las inmobiliarias. Esto se refiere a los tipos de interés y a la recuperación del mercado, lo que permite que de la adquisición de una vivienda se pueda obtener una posterior rentabilidad. No obstante, la compra incluye ciertas desventajas que no se pueden perder de vista, como el riesgo al impago. Así como tener en cuenta las posibles subidas de tipos de interés, para esto se recomienda no pagar el máximo de cuota, es decir, reducir en un 5% el precio que nos recomiendan las entidades, para así poder afrontar dichos costes variables. Se trata de tener un margen de seguridad.
La compra de viviendas tiene el inconveniente de la rigidez, algo en lo que se ve superada por el alquiler, que ofrece una mayor flexibilidad, pues resulta mucho más sencillo cambiar de vivienda, según sea preciso. El riesgo económico, además, es muy bajo e incluso se permite la posibilidad de ahorro, que siempre se puede destinar a otras formas de inversión. Pero la desventaja es que esta opción no permite al individuo aumentar su patrimonio y, como ya se ha adelantado, es posible que pueda llegar a perder dinero mientras podría estar destinando esa cantidad que supone el alquiler y costear y reducir la hipoteca de una vivienda adquirida que, al fin y al cabo, es una inversión.
Es decir, el problema es eso que algunos consideran como “tirar el dinero”, por ello es tan importante el tiempo que se estime residir en un lugar, ya que, en muchas ocasiones, resulta el factor determinante para saber si lo más apropiado es alquilar un piso o comprar una vivienda. En cualquier caso, la elección de un hogar depende de las necesidades y la situación personal de cada individuo.